1.- Desahogar tus preocupaciones.
Los amigos suelen ser nuestros psicólogos de cabecera. Aunque no siempre las personas saben cómo aconsejar correctamente, el simple hecho de tener a alguien que nos escuche ya es muy bueno para nuestra salud mental.
2.- Desestresarte.
Así tengamos muchas cosas qué hacer, cuando estamos con los amigos, lo olvidamos y disfrutamos el momento plenamente.
3.-Cambio en la rutina.
Sirven como respiro para la rutina diaria que tenemos la mayoría de personas. Esto suele ser saludable y benéfico para los otros aspectos de tu vida, como lo son la familia, el amor y el trabajo.
4.- Pueden ser buen ejemplo.
Un amigo o amiga con hábitos saludables, puede servir no sólo para aprender de él o ella, sino para motivarnos a adquirir esos hábitos y tener una vida más saludable. Es importante estar alerta ante esto porque también se corre el riesgo de adquirir malos hábitos.
5.- Para tener una visión diferente de las cosas.
Muchas veces nosotros, enfrescados en nuestros problemas, no vemos las cosas de una forma completa. Nuestros amigos pueden decirnos, señalarnos, advertirnos y alertarnos cuando las cosas no son como nosotros creemos y por lo tanto deberíamos tomar una decisión diferente. Esto aplica para todos los aspectos de la vida: nuestro noviazgo, nuestros estudios, nuestras finanzas. Los amigos siempre tendrán una visión diferente, y a veces mejor, a la de nosotros.
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